Soy un chico que está en una edad difícil y es complicado llevar una vida normal.
Vengo de una familia en la que mi madre es toxicómana, mi padre murió de SIDA y mis 2 hermanos que llevan mi misma carrera. Mi madre tiene pareja, pero que no le ayuda realmente a superar su adicción (más bien, no le ayuda en nada).
El único sueldo que entra a casa es el de mi madre, una paga de unos 300 euros.
Como véis, tengo una familia destructurada y sin recursos. Motivo de que empezase a delinquir: Robos con fuerza. Lo típico de entrar en bares o locales y robar todo lo que podía y más. Por eso ingresé en un centro socioeducativo.
Otro de mis errores: el consumo de marihuana. Gracias a Dios, sólo consumí esa droga, ya que las demás, no me llaman la atención, me basta con ver a mi madre así. Aunque lo sustituyo por alcohol, sé que no es correcto, pero por lo menos no fumo porros.
Y esta es mi historia...
Todavía tengo más cosas que contaros
Así que no os lo perdáis!!
Diario de un adolescente en un centro socioeducativo. Para que seamos conscientes del trabajo que se realiza tanto por parte de los profesionales como de los menores.
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Un tema duro, pero puede resultar un blog muy interesante. Un saludo.
ResponderEliminarGracias!! Si que es duro, pero uy bonito a la vez. No es lo mismo cuando estás con estos chavales que intentan superarse día a día e intentan corregir los errores cometidos en el pasado. Hay que ser realistas, hay pocos que sepan aprovechar la oportunidad que se les brinda, es una tarea ardua y difícil.
ResponderEliminarPero... quien algo quiere, algo le cuesta.
Y para eso estamos los educadores sociales. Para concienciarlos y reinsertarlos en la sociedad.